Algo que probablemente le pase a más de un usuario con poca máquina a sus espaldas. Hace un par de años cuando salió el GTAIV, como pasó como con tantos otros, tambien tenía algo de hype. Sin embargo, para mi presupuesto ese sería un objetivo poco menos que inalcanzable. Es por eso que tras ahorrar un poco finalmente pude darme el lujo de adquirir una placa de vidéo que me permitiera jugar... GTA San Andreas. Tiempo después conocí Bioshock. Tampoco iba a poder jugarlo (sigo sin poder hacerlo) pero tras investigar un poco pude tener acceso al genial System Shock 2, y entonces mi ansiedad quedó sasiada.
Y así siguió la cosa. No podía jugar a lo último de lo último y por eso me decanté por títulos parecidos o precuelas. Obviamente, esto está buenísimo porque me permite gozar de excelentes joyas que, en mi falta de experiencia y conocimiento, son joyas geniales. Incluso podría decir que esta cuestión terminó siendo por demás positiva en casos como el de Fallout. Creo que con los dos primeros Fallout lo pasé mejor que con el F3. Al F2 volví a jugarlo. Al 3, no.
En este último tiempo, revitalizado por la magia que manan decenas de anécdotas sobre Skyrim, me decidí por instalar el Oblivion junto con un parche que baja por debajo del mínimo los requerimientos, y así me las arreglo para disfrutar con lo que tengo a mi alcance.
De seguro a varios les debe pasar lo mismo. Con qué juegos les pasó esto de no poder jugar a lo último de lo último pero sí a sus predecesores, sean canónicos o espirituales?
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